regresión-aversión-agresión

Lo sé, lo presentía. Las cosas jamás volverán a ser igual, jamás volveré a sentir algo igual, oler, tocar, besar, ver algo siquiera cercano o similar. Son inevitables las heridas, las caídas, las falsas esperanzas; ahora estamos tan lejanos, somos tan diferentes, tal parece que nunca nos hubiera unido algo, un hilo pendiendo en el vacío que existe entre nuestros corazones. Ahora solo esa herida, pequeña pero mortal, que creaste/creamos al permitir que el orgullo nos envolviera.

Sé que nunca encontrarás alguien como yo, ni yo a alguien como tú, y eso me da gusto porque me hace pensar que encontraremos personas mejores o peores, que la vida cobrará otro sentido después de ti, que el color de mis diás no será el mismo, que mi corazón no palpitará de la misma manera. Eso es bueno, pero lo detesto. Lo odio. Lo odio. Lo odio. Porque a pesar de todo, me haces dudar, me llenas de celos, de ideas estúpidas, de sentimientos insensatos y absurdos que no tienen cabida en mi nueva vida. No, porque ahora estoy mejor sin ti, estoy feliz, te lo juro, no te extraño, aunque te espíe a través de la ventana en la mitad de algo 'importante' pero que apesta, aunque mi insistencia sólo me haga confirmar y reconfirmar que mi puta vida ya no te interesa... vete al diablo, puto.