las notas recorren delicadamente mis oidos, las siento penetrar hasta mi cerebro, timbra dentro de mí, me sacude la voz nostálgica pero poderosa de esa mujer: si muriera entre tus brazos... dirías que me necesitas?
no es lo mismo. me desanima ser tan consciente de mis juegos, mis estrategias y pensar que las cosas serán como han sido en otras ocasiones, por eso me puse tan triste después de su beso... dudo de él, de los besos, de los abrazos, de las palabras, dudo de mí. siento que estoy haciendo las cosas sin sentimiento, sólo por dejarme llevar... pero anoche... me derrumbo ante una mirada, el suave tacto de sus dedos sobre mi piel, no es amor, no es nada, es sólo un juego estúpido. estoy cansada de ver a los hombres como un objeto para alimentar mis neurosis.
estoy muy cansada... cayó pesadamente sobre mí con toda la claridad que no esperaba, la realidad de mis manías. soy una chica imposible, soy indecisa, soy lejana. aunque quisieras no podría pertenecerte, aunque quiera, no eres mío, eres uno más en el camino y yo... me disolveré con el tiempo.
esta vez no llegaré, no permitiré que me encuentres.
no importa, no importará la espera inútil, la falsa expectativa, porque conozco tus movimientos, sin conocerte sé cómo funcionarás. me niego que quiero enredarme una vez más.
van tantas veces que cito la frase de esa canción: i never met a more impossible girl
delilah
pensaste que podrías cambiar el mundo abriendo tus piernas
pensaste que podrías cambiar su mente cambiando tu perfume a uno como el que usaba su madre.
fin.