# 72 Del amor y otros demonios

El último post que acaba de publicar José Juan en su blog me ha movido el suelo bien cabrón. Léanlo!!! vale la pena.

Y es que desde la semana pasada, de hecho unos días antes de irme a Guadalajara, empecé a reflexionar en muchas de estas cosas y me di cuenta de otras tantas que la verdad no había querido ver por miedo a enfrentarme a mis propios demonios.

A últimas fechas he sentido peligrando esa libertad de la cual nos habla José Juan, pero no sé si ha sido porque yo misma me he enredadado en esto o qué. Creo que se trata del temor de establecer un compromiso y, como en otras ocasiones no poder llevarlo a cabo de manera satisfactoria; aunque he intentado por todos mis medios el no comprometerme tanto con esta relación, sin querer (o queriendo inconscientemente) me he dejado llevar y ya no sé en qué punto estoy ahorita ni si quiero seguir ahí, porque tampoco estoy segura de lo que quiere él.

Pensando en todas estas cosas, hoy me he visto acosada de una manera terrible por un sentimiento de ansiedad tremendo. Desde ayer, creo, pero me tranquilizó un poco llamarlo y pedirle perdón por una estupidez que hice. Por lo mismo, me sentí con el derecho de practicamente exigir, como si existiera esa formalidad entre nosotros. Lamento haberlo hecho, porque no quiero que se repitan esos patrones, quiero terminar de una vez con todos mis esquemas, romperlos para hacer las cosas como realmente quiero y esta vez sin perjudicar a alguien.

Carajo... y casi me hiciste llorar con ese último párrafo. La idea del amor se torna cada vez más difusa, creo que no es posible creer en ello hasta que te vez atrapado en los brazos de alguien que te mira de esa manera tan inquietante o te abraza en medio de la madrugada como buscando tu cuerpo... pero quizás no sea amor, solo calentura como dijo Paco.

En fin, me voy porque ya van a cerrar el centro de cómputo jejeje. Bye.