# 107 dulces palabras para tu corazón

Me estuve preparando para este momento. Todo lo previo, mi amor, no ha sido más que un ensayo tonto y malhecho que me ayudó a rectificar muchas cosas.

Todo se pulió, se limpió, se lavó, se talló, se frotó, para que entraras aquí sin temor. Intenté ponerlo todo en su lugar, cada pieza donde la dejaste, cada recuerdo donde debía estar, mi presencia fatigada, todo en su lugar... sin embargo... yo... pues... bueno, tú... sólo atinaste a escupirme tu rechazo, a lanzarlo contra mi cuerpo. Y fue tan fuerte, tan terrible, que lo sacudió todo, lo derrumbó con su frenesí.

Nunca he sido suficiente, sólo una loca y una pervertida que no ha concertado aprender a vivir de otra manera. Perdóname mi amor, por no ser como esas princesas, perdón porque mi paciencia no está dispuesta a rendirse, perdón por insistir, perdón por ser una perdedora obstinada (Jojuzapa dixt), perdón porque a pesar de todo, creí que las cosas podrían volver a ser. He sido una egoísta, he sido una falsa, he sido todo, he sido nada, pero sigo siendo yo, a quien quiero que aceptes.

La cabeza se me llena de ideas idiotas, como siempre, y sólo pienso que es demasiado tarde y que lo arruiné todo otra vez por no decir a tiempo que te quiero.
Chingado.