como si fuera esta noche la última vez...

Te acercas a mí lentamente, susurras algo en mi oído, nos reímos con complicidad
Mi corazón late cada vez más rápido
Siento el calor subiendo a mi rostro
Las pupilas se dilatan
No paro de sonreír
Te acercas más
Me miras
Cuánto deseo que te acerques más
Siento el calor que desprende tu piel
Tu aliento
Acaricio tu rostro
El corazón late cada vez más rápido
Con mi mano surco tus cabellos
Te acercas más
Y todo se reafirma con un beso
Y todo se renueva en ese momento
Tus labios sobre los míos
nuestra respiración agitada y nerviosa
cuánto deseo que no termine jamás

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Recuerdo la ocasión en que besé a mi primer novio por última vez... tuve un presentimiento raro y me dije a mí misma: bésalo como si fuera la última vez. Y fue la última, como dos días después cortamos por causa de unos rumores que un tipo comenzó acerca de mí.

Y desde entonces he tenido miedo de volver a que me invada esa sensación de acercarme a algo que termina, en especial en cuanto a parejas se refiere.

Ayer estuve platicando de los besos con José Juan y se me hace lindo recordar algunos que he dado... no necesariamente los primeros, pero hay algunos que marcan un momento y lo hacen más inolvidable.

Hay también besos que pueden condenarte a lo que menos deseabas: como el de Francesca y Pablo, los dos amantes qe se encuentran en el círculo de los lujuriosos, en el infierno que Dante recorre acompañado del poeta Virgilio. El amor, el beso se convierte así en algo que también puede maldecirnos.