Éter abstracto

jueves, noviembre 24, 2005

You're too young to fall in love

Ellos dijeron que era demasiado joven para enamorarse, pero ella decidió no escuchar sus consejos sabios y decidió arriesgarlo todo por él... abrió su vida y su pecho para entregárselo todo.

Él la arrastró a su mundo de sombras, de falsas figuras, donde lo único que interesa son las almas desangradas que odian a la sociedad. La sencillez no basta para ser feliz, con ellos es necesario no amar a los otros, no amar a la vida. Y así se perdieron en un torbellino de pecado, de culpa, de engaño, de rencor, de ganas de matarla a ella... un engancharse una y otra vez el uno y el otro con su obsesión enfermiza.

Después descubrió que era demasiado tarde para salir de allí con vida. Se rezagó en la nostalgia y la locura, buscando consuelo en la soledad. No volería a verlo: le escupió en la cara el corazón revuelto con saliva y odio y le dijo que no quería volverlo a ver. Él escuchó y acató todas sus órdenes, aunque por dentro el pecho de ella ardía en amor por él... deseando gritar, desgarrarse la voz pidiéndole que no se fuera.

Luego no pudo olvidar, luego no pudo dormir, luego quiso morir, luego intentó morir... pero siempre la esperanza ciega y estúpida la hacía retroceder... aunque día a día se preguntaba si valía la pena seguir adelante.

Con el tiempo vino la calma, hasta que llegó también el reencuentro. Todo parecía ser lindo otra vez, creyó que quizás las cosas volverían a ser como antes, y que tal vez él volvería a amarla.
Lo intentó con todos su recursos... pero se dio cuenta de que él ya había dejado el pasado atrás y ella ya no existía para él en el ahora.

Su corazón estalló en mil pedazos cuando confirmó todo y pudo aceptar que él ya no la amaba y no la amaría jamás de nuevo... decidió olvidar y desbaratar el pasado, se deshizo de todo lo que le recordara a él, sus cartas, sus besos, sus dibujos, sus canciones, sus fotografías: sin embargo era inevitable no amarlo más cada vez que pensaba en sus ojos o en su voz o en su sonrisa.

Pero por fin lo dejó ir.